La pluma es valiente, mucho más que quienes entre sus manos la sujetan. Por eso ella se atreve, descarada, a revelar todo aquello que la boca, que los labios, de quienes con mayor o menor acierto la empuñan, no son capaces. No trates de buscar sentido a mis palabras, quizá sean fruto de un sueño, o de un desvelo, o de ambos, quien sabe...
Delirios...
Deliro entre las sábanas
y mis manos me buscan
las caricias se hacen mías
se vuelven mis amantes,
mis cómplices, mis pasiones..
Deliro y los gemidos me arrullan,
la calma de mi noche desaparece
y llegan las indecencias a mi mente…
Un cosquilleo me cubre
mientras mis muslos se contraen
mi cuerpo se arquea
mis labios se entre abren
y mis delirios te esperan…
Deliro y después…
duermo cobijada de un orgasmo
acariciada por la noche
embriagada de exaltaciones
dedicadas a mí…
¿Deliramos?... cierra los ojos y sueña
Entonces me encontrarás en los delirios de mi noche…