No soy dueña del botón de tu camisa,
ni del aire que podría bajar tu
pantalón.
No soy dueña de tus ganas de
besar,
ni de los motivos que tendrás
para ignorarme.
No soy dueña del pasado que
quemó
Ideas locas en tu disco duro.
No soy dueña de la
posibilidad
de acercarme un poco a tus
anhelos.
Si pudiera ser el dueña de un
mensaje
en clave Morse cuando vas a
parpadear.
Si me abrieras una puerta del
presente,
le darías un motivo a mi
futuro.
Dueña de todo cuando sueño,
y de nada cuando tengo.
Paupérrima miseria la de
enamorarme así,
de ti que no lo estás de mi.
