
Me gusta que me amen primero desde la piel hacia adentro,
no desde adentro a la piel, no porque sea buena,
Inteligente y compañera. No.
Primero que amen
mis brazos, mis piernas que estrechan,
mi espalda, mi
cuello, mi sexo, mis manos que aprietan.
Y luego sí, dejaré inevitablemente, que amen el universo
que soy por dentro.