Ayer Salí a pasear…
Por las calles oscurecidas.
Y me puse a recordar,
Con nostalgias nuestras vidas.
Ho que triste es recordar…
Aquellos momentos vividos,
Que ironía es lamentar,
Que un día te he querido.
Pero yace en estos lugares,
Donde juntos caminamos,
Los recuerdos más hermosos,
Que jamás nadie me ha dado.
Ya con la nostalgia del recuerdo,
Que invadió todo mi ser,
Me acuesto intentando olvidar…
Lo que un día no pudo ver.
Ver tu cariño sincero…
Sentir tus caricias mías…
Por dejarte ir yo muero…
Pensar en ti es mi agonía.
La pluma es valiente, mucho más que quienes entre sus manos la sujetan. Por eso ella se atreve, descarada, a revelar todo aquello que la boca, que los labios, de quienes con mayor o menor acierto la empuñan, no son capaces. No trates de buscar sentido a mis palabras, quizá sean fruto de un sueño, o de un desvelo, o de ambos, quien sabe...
