

La pluma es valiente, mucho más que quienes entre sus manos la sujetan. Por eso ella se atreve, descarada, a revelar todo aquello que la boca, que los labios, de quienes con mayor o menor acierto la empuñan, no son capaces. No trates de buscar sentido a mis palabras, quizá sean fruto de un sueño, o de un desvelo, o de ambos, quien sabe...
"Ella disfrutaba leer como pocas. Y ahí está la diferencia. Una mujer que lee, que sabe hacerlo verdaderamente, sin prejuicios, ni etiquetas pretenciosas, es un una mujer que ama, que sabe hablarte de las cosas más bonitas de la vida, que no te deja irte, y es una mujer que no teme, que no escapa. Y cuando estás a su lado lo notas. Porque no te quieres ir, y quieres seguir escuchando lo que dice, y no temes, y no escapas, y te encanta… entonces también amas.”
