"Despertaba a media noche con la certidumbre de que se partiría en dos, segura de que el dolor se la comería de golpe. Pero apenas había luz para todos, ella se levantaba, se ponía la risa, se acomodaba el brillo en las pestañas y salía a encontrar a los demás como si los pesares la hicieran flotar".

-Mujeres de ojos grandes