Quiero una caricia de esas que sólo alguien que de verdad me quiere y puede darme, una caricia seguida de un beso y un abrazo, algo tierno, sensible, amable, sincero, puro, libre de de todo lo malo y a la vez lleno de él, un puñetazo directo al agobio y un suave colchón de plumas al ego.

La pluma es valiente, mucho más que quienes entre sus manos la sujetan. Por eso ella se atreve, descarada, a revelar todo aquello que la boca, que los labios, de quienes con mayor o menor acierto la empuñan, no son capaces. No trates de buscar sentido a mis palabras, quizá sean fruto de un sueño, o de un desvelo, o de ambos, quien sabe...
Caricia
Quiero una caricia de esas que sólo alguien que de verdad me quiere y puede darme, una caricia seguida de un beso y un abrazo, algo tierno, sensible, amable, sincero, puro, libre de de todo lo malo y a la vez lleno de él, un puñetazo directo al agobio y un suave colchón de plumas al ego.