Inquietud, ¿por qué me atormentas?
¿No ves que estoy sola, que mi alma está muerta?
Que noche tras noche me revuelco en mi cama despierta;
Que hace ya tanto tiempo me hallo en un cuarto sin puertas.
Añoro la paz, el amor y mi tierra,
Y los días de ayer, que quizás ya no vuelvan;
Cuando en la oscuridad, yo vislumbré una estrella.
Pero se fue apagando, como espejismo que al tocarlo se
aleja,
Dejando el vacío, profundo que al perderlo todo, nos queda.