"Estuvimos a nada de ser todo, sin embargo preferiste ser mi nada para buscar tu todo. Lamentablemente ambos perdimos. Tú te llevaste todo lo mío sin dejarme nada, y al fin no conseguiste nada al buscar todo.
Entre tú y yo el que más perdió fuiste tú, doblemente. Perdiste algo en ti y me perdiste a mí. Yo, en cambio, sólo perdí una parte de mí, mientras sigo esperando que ocurra un milagro o el destino se apiade de mí.
La próxima vez lo pensaré dos veces antes de dar todo, de vaciarme hasta las sienes. Eso me dejaste de ti -o es lo que quiero creer- y esa es la razón de porqué perdiste más que yo, de porqué me quedé con nada mío pero con algo tuyo, aunque sea una simple enseñanza."
La pluma es valiente, mucho más que quienes entre sus manos la sujetan. Por eso ella se atreve, descarada, a revelar todo aquello que la boca, que los labios, de quienes con mayor o menor acierto la empuñan, no son capaces. No trates de buscar sentido a mis palabras, quizá sean fruto de un sueño, o de un desvelo, o de ambos, quien sabe...
