Paula... liberada del pánico

Desde pequeña Paula tuvo que lidiar con los horrores de unas vigilias en constante zozobra. Tenía la inquietante facultad de traer a los habitantes del espejismo a la vida real con el poder de su inconsciente. Sus temores se hacían realidad con tan solo pensar en ellos. Su cama se llenaba de arañas, en las piscinas y bañeras se ahogaba sin remedio arrastrado por bestias tentaculares, y su armario siempre estaba poblado de las más horribles y peludas pesadillas. Así, Paula solo estaba libre de pánico cuando soñaba.