La pluma es valiente, mucho más que quienes entre sus manos la sujetan. Por eso ella se atreve, descarada, a revelar todo aquello que la boca, que los labios, de quienes con mayor o menor acierto la empuñan, no son capaces. No trates de buscar sentido a mis palabras, quizá sean fruto de un sueño, o de un desvelo, o de ambos, quien sabe...
Pero mientras tanto se deja sonrojar por los halagos de Él, le promete verse y abrazarlo con mas fuerza que la vez anterior, acompañarlo al cine y responder cada palabra que salga de sus labios...