El tiempo no lo cura, el tiempo aumenta la ansiedad y la desesperación. El tiempo únicamente hace que te preguntes cómo sigues viva después de tantos días, después de tantos besos que debieron darse y no se dieron. El tiempo y la distancia no son la solución a nada cuando una persona está presente justo ahí, donde tanto duele, clavado en el corazón con una sensación de vacío en el estómago.